El 7 de octubre se celebra a
la Virgen del Rosario, advocación que hace referencia al rezo del
Santo Rosario que la propia Madre de Dios pidió que se difundiera para obtener
abundantes gracias.
Rosario significa “corona de rosas" y, tal como lo definió el
propio San Pío V, “es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que
consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo
un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras
tanto en la Vida de Nuestro Señor".San Juan Pablo II, quien añadió los misterios luminosos al rezo del Santo Rosario,
escribió en su Carta Apostólica “Rosarium Virginis Mariae” que este rezo
mariano “en su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer
Milenio apenas iniciado una oración de gran significado, destinada a producir
frutos de santidad”.
El
Papa peregrino termina esa misma Carta con una hermosa oración del Beato
Bartolomé Longo, apóstol del Rosario, que dice:
Oh Rosario bendito de María, dulce cadena que nos une con Dios,
vínculo de amor que nos une a los Ángeles,
torre de salvación contra los asaltos del infierno,
puerto seguro en el común naufragio, no te dejaremos jamás.
vínculo de amor que nos une a los Ángeles,
torre de salvación contra los asaltos del infierno,
puerto seguro en el común naufragio, no te dejaremos jamás.
Tú serás nuestro consuelo en la hora de la agonía.
Para ti el último beso de la vida que se apaga.
Y el último susurro de nuestros labios será tu suave nombre,
oh Reina del Rosario de Pompeya,
oh Madre nuestra querida,
oh Refugio de los pecadores,
oh Soberana consoladora de los tristes. Que seas bendita por doquier, hoy y siempre, en la tierra y en el cielo.
Amén.
oh Reina del Rosario de Pompeya,
oh Madre nuestra querida,
oh Refugio de los pecadores,
oh Soberana consoladora de los tristes. Que seas bendita por doquier, hoy y siempre, en la tierra y en el cielo.
Amén.