Cada 4 de
octubre se celebra en todo el mundo el día de San Francisco de Asís,
quien nació en la
ciudad de Asís en el año 1182 y murió en el mismo lugar en
1226. Fue un gran místico y religioso, creador de la orden franciscana.
Consagró su vida a liderar un movimiento de renovación cristiana que, centrado
en el amor a Dios, la
pobreza y la fraternidad, obtuvo mucha repercusión entre los
más humildes y lo convirtió en una destacadísima personalidad de la Edad Media.
La gran cantidad de seguidores
que cosechó a lo largo de la historia (que son conocidos como franciscanos, capuchinos y clarisas)
conforma uno de los grupos religiosos más numerosos de la Iglesia Católica.
Francisco murió el 3 de octubre de 1226. El último pedido se lo realizó a sus
fieles: les pidió que siempre amen como Cristo los ama. Dos años más tarde fue
declarado santo.